martes, 16 de junio de 2020

Capítulo 17

Marina y Gustavo hablan después de hacer el amor.
--No podemos perder tiempo, me tengo que casar antes que el verdadero padre se meta y ya no lo pueda dominar.
--yo había pensado pedirle dinero al verdadero padre sin que lo sepa mi marido para quedárnoslo nosotros.
Gustavo se medio incorpora en la cama, la pareja habla con cara de ambición y de deseo:
--Sacale lo que puedas. Necesito dinero, dinero para que nadie haga preguntas, dinero para que me pueda casar con Simón  esta misma noche.
--¿y después?
--El matrimonio debe ser secreto hasta que nos convenga no lo vayan a anular. Con las drogas tendré dominado a Simón y cuando cobre su herencia morirá de una sobredosis. A nadie le extrañará. Y yo me quedaré con esa herencia.
--de acuerdo y ese mismo día tú y yo nos casamos.
--¿y tu marido?
--Yo me encargo de él.
Gustavo se levanta totalmente desnudo y se pone los pantalones a toda prisa.
--esta noche, lo haremos. Yo conozco un juez sin nada de escrúpulos que nos casará. Simón  estará tan drogado que no se enterará de nada . Mañana seré tu hijastro..
Marina lo mira con deseo. Él se abrocha la camisa.
Marina le da el dinero que pide:
--este mes tendrás que limitar tus gastos, ya he gastado mucho. Espero que el padre de Simón sea generoso.
--sólo hay que tener paciencia, pronto tendremos mucho dinero...
Gustavo la besa y se va. Marina se queda en la cama. 

Al cabo de unas horas, Gustavo se acerca de nuevo a Simón  que busca clientes.
--hola ¿me recuerdas ?–le dice él.
Simón se le acerca. Se muestra coqueto.
--claro que sí guapo. Contigo es un placer esta profesión.
Simón le guiña el ojo. Gustavo sonríe excitado. Ese chico es un cheque en blanco y un cuerpo con el que divertirse y mucho.
--tengo algo para ti -dice Gustavo- es una pastilla como ninguna de las que nunca has probado... verás que si la pruebas vivirás la mejor experiencia de tu vida.
Simón  sube al coche  y toma la pastilla que el hombre le da. En seguida Simón  pierde el control de sí mismo. Gustavo sonríe y pone el coche en marcha:
--nos espera una boda –dice.
Simón  está totalmente drogado y va con Gustavo en el coche.
--¿Dónde me llevas?
-- A mi casa ¿No te gustaría ir a mi casa?
- Vamos donde tú quieras.

Al regresar a su casa, Marina se encuentra que Adolfo está en la casa esperando para hablar con su marido. La mujer sonríe, lo mira con deseo  y se le ocurre una cosa...
--¡Qué vergüenza contigo! ¡Has venido tantas veces buscando a mi esposo y nunca está!
-No te preocupes. Tengo tiempo.
--¿Quieres tomarte algo?
-una copa de coñac.
-Enseguida te lo traigo.
En ese momento va a la cocina y prepara la bebida tal y como se la prepara a su marido. Con una droga con la lo duerme cuando quiere salir en la noche. Se excede demasiado con los polvos.
--Parece que me he excedido, pero no importa ¡Dejo de llamarme Marina si Adolfo no cae esta noche!
Marina llega con las dos copas.
--¡Brindemos!
-¿Crees que estoy en condiciones de brindar después de lo que está pasando con mi hijo?
.Adolfo se bebe la copa de un trago.
-¿Quieres otra?
-esta bien.
Marina se dispone a prepararle la copa y le echa otra vez los polvos de la vez anterior.
--¡Cómo te vas a poner! ¡te voy a manejar y haré contigo lo que quiera!

Simón  llega a casa de Gustavo.
-Primero me tienes que pagar!
-¡Te propongo una cosa! ¿Qué te parece si te contrato? ¡Elige tú la cantidad! ¡Conmigo tienes trabajo seguro!
-¿De veras?
-Nunca hablé tan en serio.
-Me parece muy bien.
--Entonces, firma aquí. Este es el contrato. A mí me gusta hacer las cosas formales.
Simón  firma sin leer los  documentos que Gustavo le está poniendo delante. Está tan drogado que no podría ni leer. Lo que  ignora es que se está casando con el hombre.
Gustavo sonríe feliz.
--Todo ha sido más fácil de lo que yo creía.
Y cogen salvajemente para celebrar. Las drogas tienen como anestesiado a Simón que actúa como un robot y no es consciente de lo que pasa a su alrededor.

Adolfo se bebe la segunda copa, se levanta para irse y se cae al suelo. Marina sonríe feliz.

Marina, con la ayuda de Ninfa, lleva a Adolfo a una de las habitaciones de la casa. Ella lo mete en la cama y se mete con él. Lo desnuda. Empieza a tocarlo y meterle mano. Se desnuda y hace lo que quiere con ese cuerpo. Hasta fotos. Lo que no logra es despertar el miembro del guapísimo hombre.
--que rabia. Creí que hasta drogado este macho funcionaría. Tal vez me pasé de dosis.
Pero disfruta de ese miembro dormido y trata sin lograrlo de despertarlo.



Paula, que no logra comunicarse con su novio, se dirige a casa de Gustavo, en ese momento cruza la carretera a toda prisa y un coche la atropella.
Paula muere camino al hospital y no pueden identificarla.

Horas más tarde. Adolfo se despierta al lado de Marina y está desconcertado.
--¿Dónde estoy?
Adolfo se da cuenta que está en la cama con Marina.
--¿Qué hago yo aquí?
--No te preocupes. Te tomaste unas copas e hicimos el amor.
--¡Y tú te aprovechaste para acostarte conmigo! ¡Eres una cualquiera
--¡No me insultes! ¡Fuiste tú el que te me metiste por los ojos! ¡Bien que me lo pediste!
Adolfo rompe su ropa. Se va a medio vestir. Ella le grita.
--hice fotos y las colgaré en internet si no te acuestas conmigo.
Él va vistiéndose camino a la puerta. La ha oído u dice:
--¡hazlo, así sabrán que eres una golfa¡¡

Simón  va por la calle, está bajo los efectos de la droga y se cae al suelo de un parque y se queda dormido. Alfredo pasa por casualidad y lo  encuentra. Simon no recobra el conocimiento y llama a una ambulancia.

Simón  está en el hospital. El médico habla con Alfredo.
--¿Eres familiar del  chico ?
-soy su novio.
--¡El estado del paciente  es muy delicado, es drogadicto, hace tiempo toma una clase de pastillas muy fuertes! ¡Su corazón está muy lastimado. No va a aguantar mucho. No puede seguir así.
Alfredo se desespera.
--¡Tiene que salvarlo! ¡Yo lo llevaré a que se rehabilite!
--Eso tiene que ser él quien lo decida, tiene que hacerlo voluntariamente, nadie lo puede obligar. A menos que lo solicite la familia.

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