En su despacho, Adolfo está mirando la foto de Elena llorando.
--¿qué pasó?¿por qué huiste de mi?¿por qué no me dijiste que estabas embarazada? Si pudiera saber porque te casaste con el otro y no conmigo.
Recuerda lo feliz que fue en esa la primera vez para los dos.
--debió ser que tu papá me consideró demasiado poco para ti¿y porque no luchaste por mi amor, porque te casaste con otro si esperabas un hijo mío? ¿por qué Simón dice que te mataste por mi?¡¡?yo te conduje a la muerte¡¡?
El hombre está desesperado.
--¡si pudiera saber la verdad. Yo te amaba ¿qué pasó en tu cabeza? Un hijo, me negaste un hijo que ahora me odia, que fue capaz de acostarse conmigo sólo para destruirme¡
Adolfo se estremece de emoción recordando esa noche en la que se volvió a sentir como en sus 18 años. Se acaricia los labios que sienten deseos de volver a ser besados por los de Simón. Adolfo se estremece. Las huellas de Simón están en su cuerpo. En su alma. No se ha acostado con nadie más.
--un mes, ya pasó un mes desde aquel día... y mi piel te extraña --golpea la mesa con rabia y dolor-- ¡no puedo, sólo un depravado desearía a su hijo, no puedo pensar en él de esta manera. Elena, dame fuerzas, yo debería apoyar a nuestro hijo pero no puedo. No puedo olvidar que lo deseo. No puedo. No puedo. Ayúdalo , haz que alguien lo ayude. Yo no podría. Sé que debería pero no podría tenerlo cerca pensando que es mi hijo y deseándolo como hombre ¡¡soy un monstruo¡ debí morir, debí morir. No merezco vivir, un hombre que ama a su hijo, que lo desea no merece la vida. No la merece¡si me pudiera arrancar el corazón, pero no puedo¡¡pero tengo que hacerlo. Tengo un hijo, un hijo que necesita un padre normal. No un padre como yo¡¡
Adolfo está muy angustiado por sus sentimientos hacia Simón .
Cristina está sobre la cama de su esposo. Huele la ropa de Adolfo con deseo y frustración.
Ernesto está encerrado en el despacho que era de su suegro. Hay una foto de su esposa de joven . La agarra con odio. Escupe en el retrato.
--¡tu hijo es tu vivo retrato y sin duda ha heredado tus mañas. Nada bueno puede salir del hijo de una prostituta pero me he hecho cargo de ese maldito niño que cada día se parece más a ti, que me amarga la vida porque me recuerda que te reíste de mi, pero me voy a cobrar tu desprecio quedándome con tu dinero. Tu padre me la jugó bien, me dijo que si cargaba contigo que esperabas un hijo de ese hombre yo me quedaría con todo lo suyo pero no fue así... ¡pero yo también lo engañé¡
Con maldad el hombre piensa en cómo golpeó con odio a su esposa que defendía la vida de su bebé y cómo la violó después. Luego piensa en Adolfo:
--el padre el verdadero padre –dice divertido--¡menuda sorpresa¡ a mi que no me digan nada. Ellos pueden pensar lo que quieran pero yo no me quedo sin el dinero. Marina me dejará si no me quedo con ese dinero. Mo voy a permitir que el que me robó a la madre me robe al hijo y a su dinero... Todo esto está muy raro, quiero saber quién le dijo a Simón que ese hombre era su padre.
Decidido a averiguar la verdad, Ernesto entra en la habitación de su hijo. Busca algo que le dé una pista. No encuentra el diario de Elena porque Simón lo ha escondido en el mismo sitio que su madre pero si encuentra la foto que Elena tenía de Adolfo con los datos de este detrás.
--echando cuentas si claro, si obviamos que...—piensa con maldad-- claro... Nadie que conozca la historia dudaría que él es el padre. Simón está muy raro desde que llegamos, debió ver esta foto... no sé... seguro que quiso vengarse de él. Que destruya a ese hombre y se destruya así mismo pero ese dinero es mío. Me lo merezco. Ese hombre ya me quiso robar el dinero de Elena una vez y no voy a tolerar que ahora se vuelva a cruzar en mi camino. Yo quería ser el primero en la vida de Elena, aunque sólo me interesó su dinero era un gusto que me quería dar y por culpa de ese imbécil no me lo di. Seguro que ese hombre usara a Simon para quedarse con esa herencia que me corresponde. Y será sobre mi cadáver. Ese dinero será todo mío.
Marina y Gustavo llevan discutiendo horas aunque él ha tratado de seducirla.
--¡tú lo que quieres es casarte con Simón para quedarte con todo el dinero.
--yo me puedo casar con Simón y cuando cobre su herencia todo será nuestro. O ¿prefieres cargar con el viejo que conmigo? Simón moriría y todo sería mío, tú estarías atada a mi como ahora lo estás del viejo. ¿no es un panorama mejor?
--bueno, en realidad sí pero Simón ¿¡cómo lo vas a convencer?¡
--Ese niño se la pasa drogado. Me convertiría en su marido sin que se diera cuenta y sé cómo hacerlo ¿o prefieres arriesgarte a que tu marido te deje fuera de la jugada?
--¿y si me dejas tú?
--tú eliges ¿en manos de quien prefieres estar?
--de acuerdo pero pobre de ti que me traiciones.
Gustavo sonríe con cara de pícaro. Marina no está muy seguro pero el guapo chico la seduce y acaban haciendo el amor.
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