martes, 16 de junio de 2020

Capítulo 14




Simón  se siente sucio por lo que está haciendo.
--¡Lo voy a destruir! ¡Va a vivir arrepentido toda la vida por lo que nos ha hecho a mi madre y a mí!
Seguidamente va a visitar a su amiga Paula para que le de más pastillas.
--¡Quiero más pastillas! ¡Ni te imaginas lo bien que me siento cada vez que me las tomo!
--¿No te das cuenta que con esa obsesión de destruirlo a él te estás destruyendo tú?
--¡Sí, pero eso no importa! ¡Sólo me importa que sufra él! ¡Lo odio y quiero verlo muerto!
--¡No digas lo que no sientes! ¡Tú te mueres por estar con él y ese amor es prohibido!

Ernesto llega a su casa y Ninfa le cuenta todo lo ocurrido en su ausencia.
--Señor! ¡Hay un señor que ha estado visitando la casa varias veces!
--¿Te dijo su nombre?
-- ¡Sí, me dio una tarjeta con su dirección y teléfono! ¡Quiere que lo llame!
--¿Quién es?
--¡El señor Adolfo Vega!
Ernesto se pone nervioso al escuchar ese nombre y se atormenta por los recuerdos.
--¡Te voy a decir una cosa! ¡No quiero que ese vuelva a pisar más esta casa!
--¡Pero…! ¡Es un señor muy guapo!
-- ¡A ti se te paga para que obedezcas y no para que opines! ¡Si tanto te interesa ese hombre te puedes ir con él!

Mientras, Simón  va a la tumba de su madre.
--¡Perdóname por la clase de persona en la que me he convertido! ¡He caído en lo más bajo! ¡Pero, tenía que destruirlo! ¡No sólo fue culpable de que te suicidaras, sino que sabiendo que soy su hijo me dijo que no quería volverme a ver, que yo tengo una familia y ya no lo voy a necesitar! ¡Pero te juro que lo voy a ver acabado! ¡Aunque sea mi padre, pero es una basura y te juro que lo voy a destrozar aunque tenga que destrozarme a mí mismo!
Luisa, la que fuera mejor amiga de Elena, llega en ese momento. Se emociona al ver a Simón. Lo abraza emocionada.
--¡¡tú debes ser Simón¡¡ yo soy la esposa del socio de tu padre y era la mejor amiga de tu madre. Siento tanto lo ocurrido.
A Simón le emociona conocer a la amiga de su madre.
-- ¡Te voy a dar una tarjeta con mi dirección y teléfono! ¡Vente cuando quieras a mi casa y te cuento cosas de cuando éramos de tu edad y estábamos en el colegio!
--Muchas gracias, Luisa. Prometo ir pronto.
Los dos se despiden y Lucía se va. Quiere saber de su madre pero también se quiere meter en la casa del amante de su padre.

Adolfo llega a la oficina.
--¿He tenido alguna llamada durante mi ausencia del señor Ernesto Pérez ?
--¡No, señor! ¡Lo ha llamado varias personas, en su escritorio tiene los recados, pero no lo ha llamado la persona que Usted acaba de mencionar!
En ese momento llega Tomás.
--¿Y por qué tanto interés en ese señor? ¿Quien es?
--es el padre legal de Simón.
Adolfo se encierra en su despacho. Está furioso con su amigo. En realidad está celoso. Tomás entra en el despacho y deja que se desahogue.
--¡Si no te retiro mi amistad es por todos los años que hemos estado juntos y por lo que hemos compartido desde que éramos unos adolescentes!
--¡Ya sabes que si te lo conté fue para que lo ayudaras a salir de esa mala vida! 
--¡Por eso sigo considerándote mi amigo! ¡Después de todo, tuviste el detalle de contármelo!

A la hora de la comida , Adolfo llega a casa de Simón  y es recibido por Marina. La mujer queda impactada por ese hombre tan guapo.
--¿Quién es Usted?
--¡Yo soy Adolfo Vega, el padre Biológico de Simón !
--¿Y qué quiere ahora? ¡Nos lo quiere quitar? ¡Ernesto y yo somos sus padres y Usted ya no tiene derechos!
--¡Se equivoca, señora! ¡Estoy muy preocupado por ella! ¡Simón  anda en malos pasos!
-- ¿Desde cuándo se preocupa Usted por mi niño? yo lo amo más que a mi vida.
--yo no supe nunca de su existencia hasta hace poco que fue a buscarme.
Marina está seducida por el hombre y se queda pensativa.
--¡Este sí que es un bombón! ¡Ahora entiendo como Elena perdió la cabeza por él y ahora Simón ! ¡Pero yo tengo que conquistarlo como sea! ¡A este tengo que atraparlo como sea,  así tenga que cometer cualquier locura! ¡Lo juro!
Marina llora lágrimas de cocodrilo.
--¡Estoy sorprendida por lo que me ha dicho! ¡Mi hijo tiene en la casa una conducta intachable, pero trataré de estar más cerca de él!
--¿Dónde está su marido?
--¡Él nunca está en la casa! ¡Pero lo pondré al corriente de todo! ¡Le prometo que estaremos más pendientes de Simón !
--Le agradezco mucho, señora. Aquí tiene mis datos, búsqueme si me necesita.
Adolfo se va y Marina se queda pensando y mirando ese pedazo de culo.
--¡Claro que te voy a necesitar!





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