Marina está en el hospital con Gustavo. Miran a Simón mientras duerme.
--no me gusta nada eso que Adolfo esté cerca, lo mejor será que le digas al doctor que le dé el alta. Dile que te lo quieres llevar a una clínica de un amigo tuyo de confianza, que lo lleven a la clínica del doctor Vidal ¿porque lo trajiste aquí?
--Marina. Es la mejor clínica en cardiología. No creí que ese imbecil nos iba a encontrar pero el director es amigo de mi padre. Me he hecho el marido angustiado por ese suegro que quiere convertir a mi esposo en su amante. No lo van a dejar entrar.
--Cuando se estabilice lo llevamos con Vidal. Vidal es más de fiar. Nunca nos traicionaría ¿no?
--No si no quiere ir a la cárcel .
--que Simón se esconda ahí, así no tendremos que mentir tanto. Tiene que estar encerrado pero muy bien atendido. No se puede morir antes de tener los 21 ¡no lo podemos perder todo¡ Me preocupa Adolfo.
--eso no es problema... --dice Gustavo- Es un buen tipo y eso es un punto a nuestro favor. --Recuérdale que se acostó con su hijo y lo tenemos en nuestro poder. A cualquiera que él pida por ver a Simón le decimos que violó a su hijo y por eso no lo debe ver. él se siente tan culpable que no se atreverá a desmentirlo, no tiene moral para decir nada.
Los amantes sonríen con maldad.
Cristina esta en un parque. No sabe que hacer con su vida. Camina llorando, se topa con el doctor Vidal.
--¿le ocurre algo?
Los dos se miran a los ojos. Sienten algo muy especial. Él se preocupa de ella con mucho cariño y ella se siente bien. Ni Adolfo en los mejores tiempos la había tratado así, ese doctor es el tipo de hombre que ella busca.
Alfredo ha acompañado a Adolfo hasta el depa. Lo tiene abrazado
--Ya le he dicho que no hacía falta, estoy bien.
--Yo te pasé el coche por encima, me hubiera quedado más tranquilo si me hubieras dejado llevarte al hospital pero al menos deja que te acomode, que me asegure que estás bien. No sé cómo pasó estaba distraído.
--la culpa fue mía, olvídalo.
Adolfo está derrotado, no por el dolor físico sino por el dolor de su alma. Se tumba en el sofá desabrochándose la camisa. Su fornido pecho queda al descubierto. Alfredo lo mira con deseo. Siente una atracción al instante. Se le tira encima. Lo besa. Adolfo se levanta de golpe.
-¿qué haces? Bebiste?
Alfredo desea amor y sexo. Y ese hombre semi desnudo le gusta mucho. Trata de seducirlo pero Adolfo se aparta.
--sera mejor que te vayas.
--hazme el amor como lo hacías con mi padre. Yo puedo ocupar su lugar. Lo vas a pasar bien.
Alfredo lo abraza y Adolfo le da un empujón.
--eres mi sobrino.
--no lo soy.
Alfredo se le acerca seductor. Adolfo le huye.
--para mi sí. Eres mi sobrino.
--te acostaste con tu hijo.
Adolfo pierde la paciencia. A la fuerza saca al chico de su departamento. Alfredo se ve desquiciado pero Adolfo tiene ya bastantes problemas. Empieza a tomar.
El doctor Vidal se ha llevado a Cristina a una cafetería. Los dos hablan como si se conocieran de siempre. Recibe una llamada de Gustavo en su celular. Al ver el nombre en la pantalla su rostro empalidece. Le recuerda la amenaza que pesa sobre su cabeza y que por un momento había olvidado.
Gustavo y Marina se ponen nerviosos ya que el doctor no le contesta.
--¡esto no me gusta nada¡¡¡seguro que nos va a traicionar¡
--¡pues no va quedar sin castigo, Marina, me las va a pagar...¡
--Lo más importante es sacar a Simón de la clínica para que Adolfo no nos reclame... ¿tu otro amigo no nos haría el favor de tener a Simón en su clínica para marginales retenido?¿no tienes nada en su contra?
--pues no, pero sé como si lo tendríamos en nuestras manos.
--¡como?
--a él le gustan mucho las mujeres bonitas pero ya es viejo.., seguro que a cambio de tus favores hace todo lo que queramos¡
Marina lo abofetea:
--a caso crees que soy una prostituta?
--pues si --dice con cinismo.
Ella lo mira furiosa.
Días después...
Simón está encerrado en un sótano. Está desesperado ya que no soporta la idea de estar encerrado. La enfermera que la atiende se conmueve de su dolor. No quiere ser cómplice de lo que le están haciendo y lo ayuda a escapar.
Gustavo y Marina esta en la cama haciendo el amor.
--¿y cómo es el doctorcito en la cama?¿es mejor que tu marido? --dice divertido.
--¡ni me lo recuerdes, ese viejo baboso y encima gordo ¿hasta cuando va a durar eso?
--tiene a Simón drogado y encerrado, ¿qué más quieres? ¿no me digas que tienes escrúpulos?¿a caso no estás dispuesta a todo por dinero?
--¿has sabido algo del doctor Vidal?
--sí, no se acercó a Adolfo, lo tengo vigilado.
--me tienes loca --jadea ella.
Él sonríe y se besan.
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