Simón está muy nervioso. Tomás lo mira con deseo.
--¿te gusta la habitación? quieres que tomemos una copa antes?
Simón se desabrocha y baja los pantalones y le dice:
--quiero que me metas la verga por el culo hasta que me parta en dos.
Tomás es pura lujuria. Se lanza sobre el. Lo devora. Al chico se le borra la sonrisa del rostro, siente asco de sí mismo pero pensando en lo que va a pensar su padre al saberlo la da fuerzas de llegar hasta el final.
Tomás es pura lujuria. Se lanza sobre el. Lo devora. Al chico se le borra la sonrisa del rostro, siente asco de sí mismo pero pensando en lo que va a pensar su padre al saberlo la da fuerzas de llegar hasta el final.
--¿por qué estás tan tenso? si te lo vas a pasar muy bien conmigo.
Simón procurando calmar su repulsión:
--quiero que me pagues. –dice con nervios.
--¿¡cómo?¡
Simón se siente sucio pero piensa que no puede haber nada más sucio que haberse acostado con su padre. Sus ganas de venganza es lo que ahora domina su mente.
--¿te sorprende?
--sólo me decepciona. Creí que yo te gustaba y no... en fin, que eras una prostituto.
--¿te molesta?
--¿cuánto me vas a cobrar?
--300 si soy el activo. 600 dólares si soy pasivo. Mi culo está recién estrenado. Sólo mi padre me la ha metido. Puedes ser el segundo.
Y Tomás quiere ese culo. Ese culo que hasta ahora sólo lo conoce su amante.
Tomás le da todo el dinero que lleva.
--antes de llevarte a casa pasamos por un cajero y te doy lo que falta hasta los seiscientos. Hoy vas a conocer un macho de verdad.
Simón lo acepta y ya nada detiene al libidinoso de Tomás. Simón llora por dentro mientras Tomás lo desnuda con deseo mientras lo besa y acaricia por todos lados. Van cayendo a la cama. Tomás disfruta explorando ese culo que desvirgó su amante. Se nota poco visitado y eso le excita. No duda que nadie más salvo él y Adolfo han entrado ahí. Eso lo tiene loco. Jadea como una bestia salvaje. Su aliento. Su cuerpo dominando el suyo asquea a Simón que llora por dentro.
Adolfo se sobresalta, siente una punzada en el corazón y no sabe porque.
--¿qué es esto que me pasa?¿qué es esto?
Está muy angustiado.
Tomás y Simón están en la cama el uno desnudo en brazos del otro. Tomás se mueve y disfruta como una bestia salvaje. Simón llora por dentro y sólo piensa en Adolfo en lo bien que se sintió en los brazos de él, en lo mucho que lo ama, también piensa en que traicionó a su madre, que se ha desentendido de él.
--te voy a destruir, te voy a destruir –se dice mientras Tomás se va clavando en él con fuerza..
Tomás disfruta aún más con el dolor de Simón que no está acostumbrado a recibir vergas en su culo. A Tomas le excita lastimarlo. Tomás grita como una bestia al venirse en ese culo. Cae a su lado retorciéndose del gusto. no puede estar más feliz, Simón se siente más sucio que cuando se acostó con su padre. Se levanta de prisa tragándose su dolor. Tomás aún jadeando:
--como me ha tragado la verga tu culo. Wow ... se nota que has tenido un buen profesor. Adolfo es una máquina.
El rostro de la chico se desencaja por el odio.
--perdón, olvidé que era tu padre pero tranquilo que será nuestro secreto, no le diré a nadie a que te dedicas. Tu padre no lo sabrá por mi.
Simón mientras se viste le dice:
--¡¡yo estoy muy orgulloso de lo que hago y quiero que ese hombre sepa lo que hago. Yo no me avergüenzo. Además si me acosté con él ¿crees que algo me va a detener?
--¿lo has hecho para que tu padre lo sepa o por gusto?
--¡él se desatendió de mi y en casa no tenemos dinero. No me ha quedado de otra. Por su culpa pues ahora tendré que ir por las calles buscándome la vida.
--pero yo creí que tu madre era rica ¿no te dejó nada?¿con quién vives?
-- ¡tú sólo eres mi cliente y no te tengo que dar explicaciones de nada de lo que haga¡¡¡cuándo quieras que lo repitamos pues ya sabes donde buscarme¡¡y quiero que le cuentes todo a mi padre¡¡ si no puedo contar vuestros secretos. ¿O crees que no sé que te acuestas con mi padre?
A Tomás se le desencaja el rostro.
--¿te dijo?
No es un secreto que quiera que conozca ese chico.
--tengo prisa y aún tienes que pagarme lo que falta.
Simón se dirige a la puerta. Tomás va hacia él desnudo:
--espera que me visto.
Hay un cajero cercano. Tomás le entrega el resto del dinero que Simón guarda en su paquete. El chico es muy guapo pero peligroso. No tiene miedo a que se sepan las cosas y Tomás hay cosas que no quiere que se sepa.
--vamos al auto y te acompaño a casa, ya empieza a ser de noche y es peligroso que un chico como tú salga solo.
--perdona pero yo tengo mucho trabajo. Hoy es mi primer día y lo voy a aprovechar. Esta hora es la mejor para los de mi oficio. Espero encontrar muchos clientes.
Simón se va rabioso y Tomás no sabe qué hacer.
Al día siguiente, Tomás no deja de pensar en Simón con culpa. Llega Adolfo a la oficina.
-- ¿qué haces aquí?
-- oye que no soy enfermo, ya es hora que vuelva a mi vida.
Adolfo se sienta y empiezan a hablar. El hombre no tiene muy buena cara.
--¿pasó algo con Cristina? No te complace?
--no es eso. Ella y yo dormimos juntos pero no pasó nada. Nunca me gustó acostarme con ella.
--debes hacer el esfuerzo. Me puedes buscar a mi si quieres disfrutar pero debes tenerla contenta.
--en el momento que íbamos a hacer el amor no podía dejar de pensar en Simón. No me lo saco de la cabeza.
--¡es tu hijo... no puedes pensar en él. Además ya se te echó a perder. Se dedica a la prostitución. Mejor te olvidas que existe.
--¿¡de qué hablas?¡
--Simón quería que te lo contase. Tu hijo está enfermo ¿porque le dijiste que somos amantes? Ese loco nos tiene en sus manos. A saber de lo que es capaz ese enfermo.
Adolfo golpea la mesa furioso.
--¡Ojo con lo que dices que hablas de mi hijo¡
--tu hijo me cobró 600 por coger con él. Por meterla en su culo. Ya no eres tú el único en haber explorado ese culo.
Adolfo lo golpea con rabia y celos:
Adolfo lo golpea con rabia y celos:
--¿¡cómo pudiste?¡¡es mi hijo¡
--¡es un degenerado después se iba a buscar más clientes. Además se acostó contigo ya no puede caer más bajo¡
--¿¡y porque no lo detuviste?¡
--tú lo has desatendido. ¿Porque me iba a preocupar yo?
Adolfo se lleva las manos a la cabeza:
--¿¡no te das cuenta que mi hijo se ha prostituido? ¡a saber con cuantos hombres se habrá acostado ayer y todo por tu culpa por que no lo retuviste¡
Tomás siente pena del dolor de su amigo pero no se quiso quedar con las ganas y no se arrepiente de nada. Es más. Mira a Adolfo y lo desea y desea tener a padre e hijo desnudos en su cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario