--Adolfo, mi amor
--¡Elena! ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? ¡Si yo te amaba! ¡Nunca he dejado de amarte! ¡Mi amor!
Elena llora sangre. Adolfo la acaricia.
--¿qué te pasa, amor?
Elena lo abofetea.
--¿¡qué le hiciste a mi hijo, degenerado¡
--¡yo no sabía que era nuestro hijo¡
Adolfo está desesperado. Se enfrenta a los reclamos de Elena como si fueran de verdad.
--pero sí sabías que era mi hijo y abusaste de él. Te aprovechaste de su inocencia. Te has condenado a ti mismo y a él. Te odiaré por toda la eternidad.
Elena se va de repente y Adolfo empieza a despertar.
--¡Elena, no te vayas! ¡No te vuelvas a ir! Perdoname, Elena.
En ese momento entra la enfermera. Le seca el sudor. Se nota angustiado.
--¡¡Simón¡ --grita intentando incorporarse.
--¡Tranquilícese, señor!
Adolfo balbuces;
-- ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy?
-Está en el Hospital del Carmen! ¡Usted se tomó una caja de somníferos! ¡Menos mal que lo trajeron a tiempo, de lo contrario no estaría isted vivo en este momento.
Adolfo habla angustiado y débilmente.
--¡Simón! Quiero ver a Simón. Dígale que entre.
Tomás y Cristina están en la sala de espera.
En ese momento llega la enfermera.
--¡¡El paciente los está llamando!
--¿Cómo está? --dicen los dos.
--Acaba de reaccionar. Lo único que hace es llamar a Elena, dice que quiere ver a Simón.
--¡¡siempre pensando en esa maldita zorra¡¡ ¿y quién es Simón? --Cristina molesta.
Tomás hace que no con la cabeza.
--eso quisiera saber yo --murmura.
Y el hombre se está muriendo de los celos.
-- ¡No te preocupes, está bajo los efectos de las pastillas y todavía sigue drogado!
Y Tomás lo dice para convencer a Cristina y así mismo.
-- ¡Yo voy a entrar! ¡aunque estemos divorciados, mi amor por él sigue siendo tan grande como el primer día o más!
Tomás quiere entrar también, pero la enfermera no se lo permite.
--El paciente sigue en la UVI y sólo puede entrar una persona.
Cristina entra.
--¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué quisiste suicidarte?
--Cristina ¿Qué haces tú aquí?
Cristina rompe a llorar y no puede decir nada. La enfermera le pide que se marche.
--Lo siento, ya tiene que salir! ¡Usted no puede estar aquí en ese estado.
--¡Es mi esposo y lo amo! ¡Si le llegara a pasar algo me muero!
-- Tranquilícese si no quiere que le de un ataque.
--¡Mi vida sin él no tiene sentido!
Simón está desesperado, quiere ir al hospital pero no tiene dinero y queda un poco lejos, se le ocurre llamar a su amiga Paula.
--¡Paula, tienes que ayudarme! ¡Tú eres mi única amiga!
--¿Necesitas otra pastilla?
--¡No, aunque te confieso que me sentí muy bien y me gustó mucho! ¡Lo que quiero es que me lleves al hospital del Carmen! ¡Adolfo está allí y no sé lo que tiene!
-- ¡Espérate allí, ahora mismo voy a buscarte!
Adolfo es trasladado a la planta. El médico habla con Tomás y Cristina.
--El paciente ya ha sido trasladado a la planta.
--¡Qué bueno!
--¿Qué le pudo pasar?¿saben porque se quiso matar?
Tomás eso es lo que quisiera saber. Nunca se comportó así. Nunca lo vio con un tipo y tan joven. Se muere de celos y le preocupa que se haya querido matar. No entiende cómo pasó de un extremo a otro. Está deseando hablar con él para entender, para saber lo que está pasando.
--Hay que estar pendientes de él. Cuando salga de aquí tiene que ponerse en tratamiento. El que lo intenta una vez lo vuelve a intentar hasta que lo consigue.
--¡No se preocupe, doctor! ¡Yo misma me encargaré de que así sea!
Tomás va a decir que él se ocupa pero en ese momento llega Simón .
--¡Adolfo! ¿Qué le pasó? Me dijeron que es usted su médico.
Tomás se muere de los celos. Y tampoco quiere que su secreto salga a la luz. Le agarra del brazo.
--no tienes nada que hacer aquí ¡largo¡
--¿quién es este niño, Tomás?
Simón se muestra agresivo. Se suelta de Tomás. Ama a Adolfo y no piensa permitir que lo separen de él
-¿Tú qué haces aquí?
--¡Vengo a ver a Adolfo!
Tomás y Simón se miran como rivales.
--¡te vas¡
Tomás lo quiere echar. Cristina quiere saber quién es ese chico. Tomás no quiere que Cristina sepa que él y Adolfo tienen su lado gay. El doctor les pide que no hagan un escándalo.
--Adolfo Vega es mi padre
Ni Cristina ni Tomás le creen. Y menos Tomás después de lo que vio la noche antes. Se enfrenta a él .
--¡no inventes¡ Nadie va a creer eso
--Yo soy Simón, el hijo de Adolfo y de Elena Bolivar.
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